San Miguel de Allende, el lugar predilecto para bodas >

Quienes hemos estado en San Miguel de Allende sabemos la magia que se respira en sus calles; todas las fachadas de las casonas que ahí encontramos nos hacen viajar en el tiempo. Muchas personas hablan de una especie de re conexión con sus raíces cuando caminan por esas calles; a algunos los olores de la leña les recuerdan su infancia cuando las abuelas cocinaban con leña, a algunos otros esos ventanales les recuerdan las largas caminatas de noche por las callejuelas con los amigos o los novios sintiendo esa calidez que solamente en los pueblos mexicanos se puede sentir.

Hoy San Miguel de Allende es un lugar por demás turístico: podemos encontrar galerías, restaurantes, boutiques exclusivas y un sinnúmero de atracciones tanto para los turistas como para los habitantes de este maravilloso pueblo mágico en el que también podemos encontrar finos hoteles con grandes albercas y jardines que bien podrían ser la recepción para una boda. Precisamente los enamorados saben lo perfecta que es esta locación para enlazar sus vidas, haciendo de San Miguel de Allende uno de los destinos preferidos para casarse.

Es San Miguel de Allende el destino sin sol y playa más común para las bodas, pues ahí se puede encontrar desde el lugar ideal para la recepción hasta un buen hotel para que todos los huéspedes puedan quedarse cerca del evento sin tener que viajar horas y horas.

La Parroquia de San Miguel Arcángel es sencillamente impresionante. Desde que vamos entrando en coche podemos verla a lo lejos dándonos la bienvenida a este bello pueblo; por dentro nos llena de paz y a diferencia de otras parroquias, esta es bastante espaciosa, lo que da más espacio para los visitantes y diferentes eventos.

Tan solo en un puente vacacional se pueden llevar a cabo 5 o 6 enlaces en un día, que es otro atractivo que se empieza a consagrar como parte de la visita: ver a los novios prepararse en las afueras de la iglesia mientras otra pareja sale entre el jolgorio y la emoción de la unión espiritual, finalmente cuando la pareja previa se ha ido, la nueva se acomoda, la novia se mira en el espejo, las madrinas le acomodan el vestido, los padres le dan la bendición y al tono de la marcha nupcial entra a la iglesia intacta, serena y deslumbrante para el novio que la espera ansioso en el altar.

Al salir de la iglesia está una pequeña plazuela con el típico kiosko, lo que da la postal perfecta para una boda inolvidable.

No te pierdas ni un detalle de San Miguel; busca en nuestros catalogos todo tipo de hoteles en San Miguel de Allende para recepciones o simplemente para pasar un buen fin de semana.