San Miguel de Allende: opciones para todos >

En estas vacaciones navideñas los hoteles de San Miguel de Allende no tienen cupo ni siquiera para un pequeño alfiler más, pues incluso antes de ser considerado Pueblo Mágico, este lugar siempre derrochó misticismo, cultura, arte y todo lo que una atracción turística puede ofrecer. Familias, parejas, amigos y novios abarrotan las calles de este hermoso pueblo iluminado tal cual a la antigua, con un clima que siempre nos sorprende y sin duda una atmósfera romántica que pareciera sacada del más hermoso cuento.

Después de ser declarado como Patrimonio de la Humanidad en 2008 un sinnúmero de actividades, restaurantes y nuevas atracciones surgieron en el pueblo y hoy en día son tantas las actividades que podemos llevar a cabo que podemos perder la flecha buscando. Si usted, querido lector, no es de aquellos turistas que gustan de caminar horas y horas por caminos empedrados, aquí traemos una reseña de las mejores actividades para realizar según los visitantes.

Sentarse en el parque al anochecer. Esta es una de las actividades favoritas de los visitantes del pueblo, pues desde los asientos del parque y el pequeño kiosko que funge de centro, se puede apreciar como se oculta el sol y se prenden las farolas. Ahí podemos escuchar a los organilleros, los pájaros preparándose para dormir y alguna que otra serenata que se da en los restaurantes.
Visitar la parroquia de San Miguel Arcángel. Esta es un símbolo inconfundible de la ciudad y definitivamente quienes entran quedan impresionados por su hermosa arquitectura y su increíble fachada con estilo neogótico.
Mercado de Artesanías. Este mercadito junto con el andador Lucas Balderas nos van a obsequiar una fiesta a los ojos; aunque solamente vayamos a ver sin comprar nada, el recorrido será inolvidable, pues las artesanías de latón y lámina natural son símbolos distintivos de la ciudad.
El ex Palacio Municipal es uno de los lugares más emblemáticos para los viajeros que gustan de conocer la historia de los sitios que visitan, pues aquí fue en donde se instaló el primer ayuntamiento de México independiente en 1810.
Para los glotones, el restaurante San Agustín es un buen lugar para probar el típico chocolate caliente de San Miguel; se encuentra a tan solo unos pasos del Templo de San Francisco.

Como recomendación personal, este pueblo como todos los hermosos pueblos mexicanos tienen muchísimos secretos escondidos en las callejuelas, por lo que quedarse en el centro es solamente probar una pequeña parte de las maravillas que tenemos para conocer; entre las calles podemos encontrar restaurantes familiares que llevan más de 80 años funcionando, podemos encontrar cafés, bares y centros artesanales que nos dirán mucho sobre la hermosa tradición de este gran lugar.

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